miércoles, 8 de julio de 2009

Juan Vicente Segovia Gil: Maestro, parrandero, devoto y cultor



Entre el fervor de la pasión por la cultura y el claroscuro montañoso de Guatire, Juan Vicente Segovia Gil, fue unos de los cultores más importantes de esta región mirandina, quien después de meses de su dolorosa aún lo recuerdan como un gran amigo, docente, hacedor de cultura, tallerista e investigador



Carlos E. Lizarraga


Foto: Marlon Zambrano



La vida de Juan Vicente Gil fue de ejemplo a seguir el ejercicio profesional como profesor, creador de cultura, tallerista e investigador, nunca le restó fuerzas para sonreír, luchar y parrandear.



Infancia humilde

Juan Vicente nació del vientre de la señora Lucia Gil un 21 de agosto de 1960 en el hospital Santa Marta de Guarenas. Juan con una infancia humilde, conoció la fisonomía de la pobreza, pero en contraste vivió también, el esplendor de una infancia enriquecedora, y en Guatire conoció los rostros de la fe que quedaron marcados en su memoria como pintura en lienzo.



Así es como surge su el entusiasmo por San Juan y San Pedro, que lo llevaron a seguir desarrollando esas actividades culturales desde los 5 años de edad, junto al Corpus Christi, la identidad, la cultura, la historia, la familia, el pueblo.



De adolescente estudió en la escuela Ramón Alfonzo Blanco y el instituto Juan José Abreu, de Guatire. Posteriormente, inicia sus estudios universitarios en la Escuela Normal Miguel Antonio Caro de Catia graduándose de educador, donde fue becado con 1.400 Bs. Mensuales, además salió con honores como bachiller normalista. Con tan sólo 18 años de edad emprende una carrera profesional exitosa en la Unidad Educativa Negro Primero de Caucagüita, a postra década de los ‘70.



Por otro lado, comenzó a estudiar en el Pedagógico de Caracas hasta graduarse en Tecnología Educativa, de donde le viene una cualidad mediática que le ha permitió proyectar la Parranda de San Pedro del barrio 23 de Enero de Guatire, a la cual perteneció por arraigo y legado familiar.



“Nueva Inspiración”

Ya para a mediados de los ’80, Juan Vicente, residenciaba en Guarenas en la Urbanización 27 de Febrero (hasta hace poco Menca de Leoni) junto a su familia, y es allí, donde crea uno de sus primeros grupos culturales, “Nueva Inspiración”.



Progenitor de tres hijos, una hembra y dos varones, quienes al parecer llevan en la sangre la herencia del talento de sus padres.



El folklore era su vida

En su participación en talleres nacionales del folklore que organizaba el Ministerio de Educación, emprende una nueva etapa de aprendizaje y su participación en el festival infantil “Cantaclaro”, con sus alumnos representando a San Juan y San Pedro, le costó el primer lugar nacional en danza; al año siguiente también, con una representación de los Diablos de Yare; y al año siguiente de nuevo, esta vez como investigador. De allí a su ingreso como Coordinador Nacional de Folklore en el Ministerio sólo hubo un paso.



Debemos resaltar que, entre sus muchos compromisos profesionales se desempeñó como encargado de la Dirección de Básica del Ministerio de Educación y sus aportes están impresos en los programas de la educación nacional, incluyendo la incorporación de su trabajo de Danzas Populares Tradicionales y Étnicas desde primero a sexto grado.



Asimismo, formó parte de una Comisión de Enlace entre el Viceministerio de Cultura y el Ministerio de Educación; trabajó en la Dirección Sectorial de Danza del Conac, organizando talleres de actualización y perfeccionamiento de docentes del área, dictó talleres de danza en la escuela “Víctor Regalado” del CEA, fue además Director de Cultura del municipio Zamora del estado Miranda, coreógrafo de la agrupación Voces Risueñas de Carayaca y por último se desempeñaba como Director de línea del área de cultural del Ministerio de Educación, desarrollando una extensa programación en el ámbito nacional.





Juan Vicente en una entrevista con un colega periodista reflexionó sobre el mes de Junio y su importancia para él:


-Para mí, el mes de junio significa muchísimo, primero por mi familia pues desde siempre le ha dado un gran realce a este mes, teniendo como columna vertebral a mi abuela, Esperanza Gil. San Juan Bautista tiene mucha relación conmigo porque yo soy Juan y él es uno de mis guardianes. Significa fe, creencia de vida, unión, reencuentro, apego al terruño, sentido de pertenencia, resistencia, y fundamentalmente esperanza. San Pedro también significa unión, enseñanza, maestro comunitario en mi trabajo de formación a los niños, la enseñanza de un gran maestro como Felipe Eleazar Muñoz, mi barrio, mi gente, devociones colectivas, regaños, lágrimas. Corpus Christi, aunque no pertenece a mi población, significa un santo muy sublime como es el Santísimo Sacramento, que me contagió en San Francisco de Yare con su carga energética; también significa la solidaridad de los pueblos. En todo esto hay un elemento común, es el hecho de sentirme orgulloso de este país.

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